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jueves, 29 de enero de 2015

La vida Continua Más Allá: Capítulo 29

Capítulo 29

La fiesta está siendo todo un éxito. Bebida y comida había por doquier y las mujeres se divertían junto con los hombres y los dioses que allí había.
Los soldados bebían y festeaban la victoria de Emma sobre el ejército de Ares, que también se divertía a pasar que habían perdido.
No importaba que habían sido derrotados, solo pensaban en el vino, la comida y los placeres de las mujeres que allí había.
En la mesa principal, recostadas sobre unos divanes, se encontraban Emma, Regina, Xena y Gabrielle, hablando sobre el combate. Mientras que las otras mujeres, se encuentran hablando sobre otras cosas.
- Me encantó ese movimiento que hiciste, Emma… - dijo Gabrielle con una sonrisa mientras cogía la copa d vino. – Fue totalmente inesperado…
- Gracias… - dijo Emma con una sonrisa. – Me lo enseño mi padre…. – dijo mientras cogía un trozo de carne con los dedos.
- Perfeccionaste los puntos flacos que te señale…. – dijo Xena admirando a la rubia mientras ponía la copa para que un sirviente se la llenara. – Tus movimientos se agudizaron…
- Tampoco hice nada… -. Dijo la rubia con una media sonrisa. – Solo me entrene…
- Duramente… - dijo Regina mirando a Emma. – Recuerda que los primeros días después de entrenar tanto, no lograbas levantarte al día siguiente… - dijo con una sonrisa.
- Eso es cierto… - dijo riendo Emma. – Artemisa, o Ares, siempre me venían a despertar…
- Recuerdo eso… - dijo riendo Regina. – Pero después tenías recompensa… - dijo con una sonrisa.
- Mmmm… Eso es cierto… - dijo acercándose a los labios de la morena y besándolos.
Xena y Gabrielle rieron.
- Tranquila… - dijo Gabrielle con una sonrisa. – Se cómo te debiste sentir… Aún recuerdo esas mañanas cuando Xena y yo íbamos por los caminos… - dijo con un suspiro.
- Que querías… Eras una dormilona… - dijo Xena con una sonrisa. – Y aun lo eres…
- Entonces como Emma… - dijo Regina sonriendo.
- Sera cuestión de rubias… - dijo Xena riéndose.
Lo que provocó que las 4 mujeres se rieran.

Mientras, una figura miraba como hablaban las mujeres que estaban tumbadas en la mesa principal del salón.
Sonrió al ver a Emma. Su descendiente…
Desde las sombras, vio como Emma se enfrentó al ejército de Borias. Se preocupó al ver como la herían, pero enseguida respiro de alivio al ver como vencía a ese guerreo.
No se había equivocado. Emma tenía alma de gran guerrera. Tenía alma de Valkiria… Emma era una Valkiria. Como ella… Por eso era su descendiente.
- Tranquila… Ella es fuerte. Sus heridas han sanado rápidamente… - dijo Artemisa acercándose a la figura encapuchada por detrás.
La figura sonrió sin apartar la vista de la mujer rubia.
- Lo se… - dijo – Pero no puedo dejar de preocuparme… Es parte de mi sangre…
Artemisa miro en la dirección en la que miraba y vio a Emma reírse con las otras 3 mujeres. Sonrió.
- Es una gran guerrera… - dijo Artemisa. – Ha peleado contra mi hermano y lo venció…
- No esperaba menos de ella… - dijo con una sonrisa. – Lleva mi sangre… Y parte de mi alma…
- Y parte del alma de una de mis guerreras, no lo olvides…
- Tranquila, Artemisa… - dijo sonriendo la encapuchada y mirando a la diosa. – No lo olvido. Es la mezcla perfecta….
- Eso es cierto. Emma es una mujer increíble… - dijo mirando a la rubia como se reía por alguna cosa.
- Te gusta… - dijo la figura.                     
Artemisa la miro con los ojos abiertos.
- Yo…
- No lo niegues… Sé que mirada es esa… - dijo mirándola. – Yo lo estuve, de Xena y de Gabrielle…
- Ella solo tiene ojos para Regina… - dijo la diosa con un suspiro.
- Artemisa… Olvídate de ella… - dijo la figura. – Es lo mejor…
Artemisa sonrió y asintió.
- ¿No te quieres acercar a saludarlas? – dijo señalando donde estaban las 4 mujeres. – Xena y Gabrielle estarán contentas de volver a verte… Y Preséntate a Emma y a Regina…
- No… Por mucho que lo desee, todavía no… - dijo mirando a las 4 mujeres. – Pronto llegara el momento de las explicaciones… - la figura suspiro y se dio la vuelta con una sonrisa. – Sera mejor que vuelva al Valhalla… Mi padre se va a preocupar…
Artemisa sonrió y acompañó a la figura hacia el puente donde conectaba el Olimpo con el Valhalla.
- Odín te ama, Brunilda… - dijo Artemisa. – Por eso te envió a la Tierra, para protegerte de la guerra contra los gigantes….
- Lo se… - dijo sonriendo. – Y se lo agradezco. Gracias a eso conocí a Xena y luego am Gabrielle que me enseñaron a como poder dirigir a las Valkirias y no solo ser la Reina de Islandia….
- ¿A pesar de que ambas te rompieron el corazón…? – dijo con una sonrisa triste Artemisa.
- A pesar de eso…. – dijo sonriendo. – Me enseñaron mucho, y me ayudaron…. Son unas grandes amigas, por eso confío en ellas para que cuiden de Emma. De mi descendiente. De mi Princesa Valkiria… - y tras decir esto, Brunilda desapareció por el puente que conectaba el cielo de los Dioses Griegos con el de los Nórdicos.

Mientras, Borias miraba serio como las 4 mujeres hablaban y reían. Desde que vio a Emma, se había sentido atraído hacia ella. Era una mujer que desprendía un magnetismo único.
Sonrió al recordar el miedo que se veía en los ojos de la rubia al enfrentarse la primera vez. Y eso que solo era el entrenamiento. Pero aun así, se enfrentó con decisión y él lo respetaba.
Tomo el contenido de la copa que tenía en la mano y rápidamente un sirviente se la volvió a llenar.
- Espera… - dijo Borias llamando al sirviente.
- Si, mi señor…
- Llévale esto a Emma… - dijo sacándose el puñal de la cintura y dándoselo al sirviente quien lo cogió con una reverencia. – Y dile…. Mejor nada… Dáselo solo…
- Si, mi señor… - dijo el sirviente haciendo una reverencia.
Borias siguió mirando a las mujeres que se reían. Bebió de la copa y vio como el sirviente se acercaba a la rubia y le entrega la daga a Emma, quien antes de recogerla, alzo la mirada hacia donde se encontraba el guerrero.
Borias alzo la copa e inclino la cabeza como muestra de saludo. Emma alzando las cejas y con una sonrisa, cogió la daga y la alzo, como muestra de que la recibía a gusto.
Este intercambio no pasó desapercibido por ninguna de las 3 mujeres, que miraban en silencio como los dos contrincantes intercambiaban miradas.
Borias sonrió a Xena, quien lo miraba con el ceño fruncido. El guerrero suspiro. Recordaba perfectamente cuando él y Xena fueron amantes. El sexo era espléndido y esperaba que aún lo fuera. Pero esa idea se le quito de la cabeza al ver aquel anillo en su dedo, anillo que tenía igual la rubia menuda que estaba a su lado, la Reina de las Amazonas.
Frunció el ceño. ¿Desde cuándo Xena se había vuelto tan… Sumisa…?
La verdad le daba igual. Él podía tomar a cualquier mujer que quisiera. ¿No lo había hecho antes y después de desaparecer Xena de su vida?
Se acabó otra vez la copa de vino y alargo la mano para coger algo de comer cuando otra mano se lo arrebató.
Miro enfadado hacia arriba, dispuesto a maldecir a quien le había quitado su porción de carne y se topó con unos ojos azules que desgraciadamente para él, conocía muy bien.
- ¿No tienes suficiente comida en la mesa de la campeona? – dijo Borias cogiendo otro trozo de carne.
- La verdad es que nos sobra… - dijo Xena sentándose a su lado mientras se comía el trozo de comida. – Pero quería fastidiarte…
- Que quieres, Xena… - dijo el guerrero llevándose la copa a la boca.
- Lo que hiciste en el campo de batalla fue muy cobarde por tu parte, incluso para ti, Borias…. – dijo Xena mientras un criado le llenaba la copa.
- Vi una oportunidad y la aproveche… - dijo sin inmutarse.
- Eso es de cobardes… Atacar así por la espalda…
- No, Xena… - dijo sonriendo el guerrero. – Es la primera regla cuando estas en una batalla: No dar la espalda a tu enemigo. ¿Qué culpa tengo yo que ella no hiciera caso?
- Se había terminado el juego, Borias… - dijo enfadándose Xena. – Ella había tomado la bandera…
Borias sonrió.
- Me da igual, Xena… - dijo – Tú habrías hecho lo mismo… Antes si… Ahora, no lo sé… Según Ares, la Reina Amazona te ha domesticado…
Xena lo fulmino con la mirada.
- A mí nadie me ha domesticado, Borias… - dijo acercándose a él con furia en los ojos - No soy un animal como tu… Y en cuanto a Gabrielle…. Ni la menciones… Porque juro por los dioses que te mato.
Borias se hecho a reír con la cabeza hacia atrás.
- Calma, fiera… - dijo riéndose. – Esta es la Xena que me gusta. Furiosa. Altiva. Vengativa. Mi Destructora de Naciones… - se acercó a la cara de Xena. – Dime, Xena… ¿Sigues siendo tan fogosa en la cama? ¿La rubita te da todo lo que necesitas? ¿Lo has vuelto a hacer encima de un caballo?
Xena lo miro con furia antes de responder.
- No te tengo que contar nada. Pero te diré que Gabrielle supera a cualquier amante que tuve en el pasado… Y con creces, créeme, Borias… - dijo con una sonrisa en los labios mientras se levantaba y se agachaba para hablarle. – Y lo del caballo… Es más excitante con ella… - se llevó la copa a los labios y se bebió todo el contenido. – Como te acerques a alguna de nosotras 6…. Te mato, Borias… - tras decir esto se alejó.

Borias la miro con los ojos saliéndose de las orbitas mientras que la Princesa Guerrera se alejaba hacia donde estaba la Reina Amazona, Emma y Regina hablando con Ephiny, Cleopatra y Lao Ma.

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