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domingo, 4 de enero de 2015

La vida Continua Más Allá: Capítulo 27

Capítulo 27

- No cantes victoria, Emma… - dijo Borias cabreado mientras se bajaba del caballo y se encaminaba hacia la rubia. – Quiero un duelo… Tu y yo…
Emma sonrió al guerrero.
- Te he vencido, Borias… - dijo encarándole. – Admite tu error… Perdiste…
- Nunca pierdo rubita… - dijo acercándose más a Emma. - ¿Tienes miedo de que te derrote ante la vista de los dioses? – dijo sonriendo.
Emma apretó la mandíbula. En el fondo tenía miedo de ser derrotada y humillada delante de Regina, quien sabía que la estaba viendo desde un lugar cercano.
- Muy bien… - dijo dándole la bandera a Hércules. – Acepto…
- Emma… - dijo Hércules.
- No… - le interrumpió Emma mirándole a los ojos. – Quiero hacerlo…
Hércules asintió con un suspiró.
- Muy bien rubita… - dijo con una sonrisa Borias. – Me gusta tu iniciativa… Me recuerdas a alguien… - dijo mientras la miraba de arriba abajo. – Y no solo en tu forma de pelear…
- Vale ya… - dijo Emma sacando su espada. – Acabemos con esto de una vez…
- Mmmm me gusta… - dijo riéndose mientras sacaba su espada también y atacaba a Emma.
Emma se defendió como pudo de ese ataque tan repentino que casi le hace perder el equilibrio. Desvió la espada de Borias por milímetros de su cara. Pero rápidamente se recuperó mandando una estocada directa al corazón del guerreo que Borias logró esquivar por milímetros también.
Se separaron y se miraron a los ojos. Midiéndose.
- Eres buena… - dijo sonriendo Borias. – Pero sé que pronto te rendirás… Te he visto luchar en la batalla, te he observado y he descubierto tus puntos débiles… Y ahora caerás ante mi…. – dijo mientras con todas sus fuerzas arremetía contra la rubia, que a duras penas lograba defenderse.

Desde lo alto de la tribuna, las mujeres y los dos hombres asistían impotentes ante el duelo que se celebraba abajo. Xena a duras penas era contenida por Gabrielle y Lao Ma. Y pasaba algo parecido a Regina, que era contenida por la loba.
Borias no le daba respiro y Emma no podía contener sin hacerse daño los envistes del guerrero, que atacaba a Emma sin descanso. Hasta que Emma, sin darse cuenta y caminando hacia atrás como estaba, se tropezó y cayó de espaldas, quedando boca arriba delante de Borias, que mientras sonreía, alzó la espada con una sonrisa en los labios, y con todas sus fuerzas, la dejo caer sobre Emma.
Regina ahogó un grito de terror al ver tan indefensa a la rubia, he inicio, con un movimiento de mano, la teletrasnportación para ayudar a Emma, pero rápidamente, Artemisa la detuvo y le dijo que mirara.
Al mirar, tanto Regina como Ruby, vieron como Emma rodaba hacia un lado justo cuando el filo de la espada le llegaba a la cabeza, provocándole una herida un poco profunda en el hombro.
Emma profirió un grito de dolor, ya que la punta de la espada de Borias se había clavado en el hombro de la rubia. Borias intentó hundir más la espada para causarle más daño, pero Emma con un movimiento, se deshizo de él, logrando levantarse a duras penas.
La rubia miro al guerreo con furia en los ojos, mientras que Borias miraba a Emma con una sonrisa de lado.
 - Veo que no te quieres rendir fácilmente, rubita… - dijo acercándose a Emma sonriendo. – Ríndete… Es lo mejor…
Emma miro con furia y fuego en la mirada al guerrero.
- Sabes que no me rendiré… - dijo mirándole a los ojos. – Lo sabes perfectamente…
- Como sé que dentro de poco tú estarás mirándome desde el suelo con mi espada clavada en tu estómago, mientras te mueres lentamente… - dijo con una sonrisa de lado.
- Creo que será al revés… - dijo mientras arremetía con fuerzas contra el guerrero, que era ahora él quien se defendía a duras penas.
Emma enviaba cada estocada mayor que la anterior. En su fuero interno, estaba el pensamiento de no dejar ver a Regina como un guerrero la derrotaba.
Emma, aunque la herida del hombro le dolía y le tiraba, pero aun así, Emma no se detenía en sus envistes, logrando que a Borias le costara detener los golpes con la espada. Poco a poco, Borias retrocedía ante Emma, que se iba imponiendo sobre el guerrero.
En uno de las estocadas que ambos se proferían, Emma hizo una magnifica finta por la derecha, dejando algo aturdido a Borias, quien se vio con la espada de la rubia en el cuello.
- Te gane, Borias… - Dijo Emma con la voz casi entrecortada por el cansancio de la pelea y el dolor de brazo.
Borias miro primero a la espada posada en su cuello y después desvió la mirada a la cara de Emma que lo miraba con una sonrisa en el rostro.
El guerreo tiro la espada y alzo las manos a modo de rendición.
- Tú ganas…. – dijo mirándola con odio a los ojos.
Emma sonrió de lado al oír esas palabras. Poco a poco se empezó a alejar de él mientras veía la sonrisa de Hércules.
Desde la tribuna, Regina se sentía orgullosa de ver como su rubia había vencido a Borias. Y no era la única que en esos momentos sentía orgullo, Xena sonreía más que nunca, Gabrielle, Asteria y Ruby estaban maravilladas, mientras que Afrodita y Artemisa tenían una gran sonrisa en la boca.
Ares tenía que reconocer que Emma era una gran guerrera y Hook miraba maravillado a la rubia.
Sin más demora, se transportaron al campo de batalla, donde estaba Emma aprisionando a Borias.
Emma sonrió a Hércules al oír las palabras de Borias, entonces, poco a poco se empezó a alejar del guerreo.
- Emma… - dijo Regina mirando a la rubia.
Emma se dio la vuelta poco a poco para mirar con una sonría a la morena, pero cuando se iba a girar del todo, sintió que algo se le clavaba en el estómago.
Se le corto la respiración y miro hacia abajo, abriendo los ojos de la sorpresa, vio una daga clavada y una mano que la empuñaba.
- Quiero que sepas rubita…. – dijo Borias en su oído mientras la abrazaba y hundía más el puñal en el estómago de Emma. – Que yo nunca me rindo a no ser que este muerto… - dijo esto último mientras lo hundía.
Emma miro al guerrero con los ojos abiertos de par en par. Intento decir algo, pero no conseguía articular nada. Se dio la vuelta y miro la cara de dolor de Regina y vio tras ella a sus amigas que la miraban con la misma cara que la morena.
- ¡Emma! – grito Regina mientras veía como el guerrero apuñalaba sin piedad a Emma. Se acercó a la rubia que había caído de rodillas. - Emma…. – dijo mientras acariciaba la cabeza de Emma que estaba apoyada en su regazo.
La rubia no apartaba la mirada de la morena. Hacia intentos por hablar, quería decirle por última vez que la amaba.
Ruby miraba horrorizada como su mejor amiga moría en los brazos de la morena y no podían hacer nada para impedirlo.
Gabrielle y Asteria se habían quedado paralizadas al ver aquello y Xena había transformado su cara de impotencia a su cara de furia.
Miro al guerrero con odio, el cual miraba con  una sonrisa como la vida de Emma se le escapaba en los brazos de la morena.
- Te…. Te quiero, Regina… - consiguió por fin decir Emma con esfuerzo.
- No hables, cariño… - dijo una llorosa Regina mientras acariciaba las mejillas de la rubia. – Te pondrás bien, ya lo veras… - dijo sonriendo tristemente mientras le caían lagrimas por los ojos.
Emma miro a Regina a los ojos y le sonrió mientras cerraba los ojos.
- Estoy cansada… - dijo cerrándolos.
- No…. No Emma… - dijo Regina llamando a la rubia. – Abre los ojos… - pero Emma no los abría. – Emma….
Xena mientras, se había abalanzado sobre Borias, sorprendiéndolo y sacando su espada de la espalda, intentaba con todas sus fuerzas.
- Vaya, vaya, vaya… - dijo Borias mirando a Xena de arriba abajo. – Estas muy cambiada, Xena… - dijo con una sonrisa lasciva. – Estas mejor… El traje de cuero te sienta muy bien…
- Gracias, Borias… - dijo con una media sonrisa Xena mientras atacaba al guerrero que se defendía a duras penas. – Creo que has perdido facultades… - dijo la guerrera riéndose de Borias.
Regina, después de asegurarse de que Ruby y Gabrielle sujetaban a Emma, Regina fue a juntarse donde Xena.
- Querida… - dijo mirando a la guerrera. – Apártate… Va a sufrir lo que nunca ha sufrido en su vida… - dijo mirando con odio a Borias mientras se transformaba en la Evil Queen.
Xena miro a Regina con una sonrisa.
- Todo tuyo, Regina… - dijo Xena colocándose al lado de Emma, Ruby y Gabrielle.
Regina sonrió hacia Borias, quien la miraba con ojos lascivos al ver el traje que llevaba.
- As hecho daño a mi mujer… - dijo Regina mientras avanzaba hacia el guerrero que no paraba de mirarla. – Esta herida de gravedad por tu culpa, y ahora lo vas a pagar… - dijo mientras que con un movimiento de muñeca, Borias se retorcía de dolor.
Borias gritaba de dolor. Un dolor tan fuerte que no lo podía resistir.
Regina lo miraba con una sonrisa en la boca, mientras que Borias se retorcía de dolor.
- Regina… - dijo Emma con voz débil. – Regina…
Regina se dio la vuelta al oír su nombre débilmente. Vio como Emma abría poco a poco los ojos.
- Emma… - dijo en un suspiró.
- Déjale… - dijo Emma mirándola. – No lo hagas…
Regina miro a los ojos de la rubia, dejando a Borias retorciéndose de dolor en el suelo. Poco a c poco se acercó a Emma y se arrodilló a su lado.
- Emma… Estas así por él... – dijo Regina con la voz quebrada.
- Me recuperaré… - dijo sonriendo. – Xena dice que no es profunda…
Regina miro a la guerrera, la cual asintió.
- Muy bien… - dijo Regina sonriendo.
- Regina… - dijo Artemisa. – Déjame…
Regina miro a la diosa y le dejo espacio junto a Emma. La diosa de la caza, se arrodillo y puso una mano encima de la herida, produciendo en la mano un destello dorado que fue directo a la herida de Emma, cerrándola.
Emma gimió al principio y después se quedó dormida.
- ¿Qué ha pasado? – dijo Regina mirando a la diosa y a Emma.
- Tranquila, solo está dormida… - dijo sonriendo a la Evil Queen y después mirando a Emma. – Bueno, Ares, a pesar de este incidente, Emma ha ganado… - dijo mirando a su hermano mientras se levantaba.
Ares miro a la rubia que descansaba entre los brazos de Gabrielle.
- Tienes razón… - dijo Ares mirando a su hermana. – Emma ha ganado… - dijo y se dio la vuelta, marchándose de allí.
Artemisa sonrió de lado mirando a su hermano.
Una figura se acercó detrás de la diosa. Llevaba armadura dorada y una túnica blanca.
- Artemisa… - dijo. – Es mejor llevar a Emma a la habitación…
Artemisa se dio la vuelta y miro a la mujer con una sonrisa.
- Tienes razón, Cleopatra… - dijo mirando a Emma.
Cleopatra sonrió.
- Yo me encargo… - dijo Cleopatra y con un movimiento de cabeza, unos soldados cogieron a Emma y la llevaron a la habitación
- Espera… - dijo Regina alarmada. – ¿Dónde se la llevan?
- Tranquila…. – dijo cleopatra acercándose. – Está a salvo…
Xena miro sorprendida a la egipcia.
- ¿Cleopatra? – dijo incrédula.
- Hola Xena… - dijo con una sonrisa. – Veo que estas muy bien… Oh, y gracias por el favor que me hiciste…
Xena sonrió.
- Yo también me alegro de verte… - dijo sinceramente. – Y no fue nada… Gabrielle y yo lo hicimos con agrado.
Cleopatra sonrió a Xena y luego miro a Gabrielle, que estaba detrás de Xena escuchando la conversación.
- ¿Nos presentas, Xena…? – dijo la egipcia.
- Claro… - dijo sonriendo. – Cleopatra, te presento a Gabrielle, Reina de las Amazonas, Elegida de Artemisa, y ella es Cleopatra, reina de Egipto…
Ambas mujeres se sonrieron.
- Encantada, Gabrielle…
- Lo mismo digo, Cleopatra…
- Mi reina… - dijo una voz cerca de ellas.
Al darse la vuelta, vieron como unas 30 Amazonas estaban arrodilladas delante de Gabrielle y al frente de ellas, una rubia que tanto Xena como la bardo conocían muy bien…
Era Ephiny… 

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