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domingo, 1 de febrero de 2015

La Magia del Amor: Capítulo 2

Capítulo 2

Mientras ellos tomaban el café, la puerta de la cafetería se abrió, dando paso a un chico que entro rápidamente a saludar a Ruby, subiéndose en un taburete, seguido de una morena de labios rojos y vestido gris y tacones negros, que era seguida don por una rubia con vaqueros, botas negras, camiseta blanca y chaqueta de cuero roja.
Entraron de la mano mientras la rubia susurraba algo en los oídos de la morena, que sonreía mientras se mordía el labio.
Se acercaron dónde estaba el chico y saludaron a la camarera.
- Hola Henry… - dijo Ruby revolviéndole el cabello al muchacho. – Señora Alcaldesa… Rubia… - dijo saludando a las otras dos mujeres.
- Hola Señorita Lucas…
- Rubs… - dijo Emma mientras se sentaba.
Pidieron su desayuno y esperaron.
Cuando paso Ruby cerca donde estaban los dos forasteros, fue llamada por Beckett.
- Perdona Ruby… - dijo a la camarera. – Estoy buscando a alguien…
- Oh… - dijo parándose y mirándola. – A quien…
- Se llama Emma Swan…. Es la Sheriff de aquí…. – dijo mirándola a los ojos. - ¿Me podrías decir donde esta…?
Ruby entrecerró los ojos…
- Oh… Si… - dijo finalmente con una sonrisa. – Acaba de entrar… Esta allí… - dijo señalando a Emma y Regina y niño que desayunaban entre risas.
Beckett sonrió al reconocer a su amiga y se levantó encaminándose hacia la rubia que en ese momento le susurraba algo en el oído de la morena.
- ¿Asique esta es tu querida y amada alcaldesa por la cual tanto suspirabas en Nueva York, no Sheriff Swan…? – dijo Beckett con una sonrisa en los labios.
La rubia alzo la mirada cuando escucho esa voz al mismo tiempo que la morena y miraron a la detective con una sorpresa en la cara.
- ¿Kate…? – dijo sorprendida Emma.
- Hola Emma… - dijo sonriendo la detective.
Emma se levantó con una sonrisa en la cara y abrazo a la detective.
- Que haces aquí, tan lejos de tu querido Nueva York… - dijo mientras se separaba de Kate y la miraba a los ojos.
- Larga historia… - dijo con una sonrisa. – Quería pedirte un favor… - dijo mirando a la rubia a los ojos.
- Claro… - dijo la Sheriff con una sonrisa. – Pero espera, te presento a Regina Mills, Alcaldesa de StoryBrooke, mi novia y este de aquí es nuestro hijo Henry… - dijo señalándoles.
Kate sonrió a la mujer y al chico, que le devolvieron el saludo con una sonrisa.
- Gracias de verdad, Emma… - dijo aliviada Beckett. – La verdad es que el tema es muy delicado… - dijo mirando a Emma a los ojos.
- ¿Kate…? – dijo Castle acercándose.
- Oh, perdona…. Emma, este es Richard Castle… Castle, esta es la Sheriff Emma Swan… - dijo haciendo las presentaciones.
Ambos se saludaron.
- Nosotras hemos terminado de desayunar… - dijo la rubia mirando a la pareja que estaba enfrente de ellas. –  Vamos a la comisaria, allí hablaremos más tranquilos.
- Henry, cariño, tienes que ir al colegio…- dijo Regina dirigiéndose a Henry.
- Pero mama… - dijo protestando.
- Ya has oído a tu madre, chico… - dijo la rubia revolviéndole el pelo.
- Emma, quiero ir con vosotras…
- Henry ....
- Vale… - dijo con resignación.

Ya en la comisaria, Beckett y Castle le contaron por qué estaban allí. Emma y Regina escuchaban atentamente la historia.
- Tranquilos… - dijo Emma con una sonrisa. – Os ayudaremos en lo que sea… ¿Verdad Regina?
- Claro… - dijo la alcaldesa con una sonrisa.
Kate sonrió a su amiga rubia y a la morena.
- Muchas gracias, de verdad… - dijo mirándolas a los ojos y con una sonrisa.
Emma y Regina se miraron.
- Existe un pequeño problema… - dijo Emma mirándolos y mirando a Regina.
- ¿Estas segura, Emma…? – dijo Regina alzando una ceja.
- Nena… - dijo Emma girándose hacia la morena. – Es de fiar…
- ¿Tu detector de mentiras…? – dijo la alcaldesa con una sonrisa y alzando la ceja.
- Claro… - dijo con una media sonrisa la rubia. Se dio la vuelta y miro a la detective y al escritor. – Esto que os vamos a contar es un secreto. No debe salir de este pueblo, ¿entendido?
Beckett y Castle se miraron un momento a los ojos y luego miraron a Emma y a Regina.
- Tranquilas, no diremos nada…. – dijo Kate con una sonrisa. - ¿Verdad, Castle…?
- Claro… - dijo el escritor con una sonrisa. – No saldrá nada de mis labios…
Las dos mujeres se miraron.
- Esto os parecerá un poco surrealista, pero os prometo que cuando me lo contaron a mí, no me lo creí, pero es verdad…
- Emma, me estas asustando… - dijo la detective neoyorkina.
Emma miro a Regina, quien asintió levemente.
- StoryBrooke no es un pueblo cualquiera, es especial… - comenzó la rubia Sheriff mirándolos a los ojos – Especial en el sentido de que sus habitantes son especiales…
- Oh vamos, Emma… - dijo Regina cruzándose de brazos y mirando a la rubia.
- Ya voy, tranquila… - dijo mirándola y después mirando a Castle y a Beckett. - En resumen, somos personajes de cuentos….
Kate y Richard se quedaron mirando a las dos mujeres.
- ¿Cómo personajes de cuentos…? – pregunto Castle. - ¿Tipo, Blancanieves y los 7 enanitos? – dijo con una sonrisa.
- Si… - respondió Emma.
Ambos se rieron. N era posible. Miraron a las mujeres mientras se reían de lo que ellos se pensaban que era una broma. Pero pararon cuando vieron  que tanto Emma como Regina no se reían.
- Oh vamos Emma… - dijo al fin Castle. – Si todos en este pueblo son personajes de cuento, quien eres tú, la Reina Malvada de Blancanieves? – dijo mirando a la rubia.
- No querido… - dijo Regina con una sonrisa ladeada mirando a Castle. – La Evil Queen soy yo… Ella… - dijo señalando a Emma. – Es la hija de Snow White y el Príncipe Charming… - dijo con una media sonrisa.
Tanto Castle como Beckett se quedaron callados mirando a la rubia, esperando que lo negara.
- Es cierto, Kate…. – dijo con un suspiro Emma acomodándose en su silla de Sheriff. – Regina es aparte de mi prometida, la Evil Queen,  la madrastra de Snow White, y Snow es mi madre…
Kate y Castle se quedaron con la boca abierta.
- Es… - empezó Kate. – No me dijiste nada cuando nos conocimos….
Emma se hecho a reír.
- Me hubieras tomado por loca… - dijo Emma con una sonrisa.
- No puede ser posible… - dijo Castle. – Yo como escritor, lo veo imposible…
Regina iba a contestar cuando unos pasos la interrumpieron seguidos de unos gritos y sonido de que estaban corriendo por el pasillo.
- ¡Ema…! – dijo la vocecita de un niño mientras entraba por la puerta de la comisaria.
Un niño muy parecido a Emma llego corriendo y se tiró a los brazos de la rubia. El niño era rubio, de tez blanca y una gran sonrisa en los labios. Abrazo a su hermana con fuerza.
- ¡Ei…! – dijo Emma cogiendo a su hermano. – Hola chico….
El niño abrazo a su hermana con fuerza y le dio dos besos.
- ¿Para mí no hay? – dijo Regina sonriendo al niño.
El niño se separó enseguida de su hermana y miro a Regina con una sonrisa.
- ¡Gina…! – dijo emocionado y se tiró a los brazos de la morena.
- Hola Daniel… - dijo sonriendo la Reina Malvada mientras lo abrazaba.
La verdad es que el pequeño sentía una gran devoción por la morena, incluso desde que era un bebe.
Por el pasillo que desembocaba la comisaria, se oían otros pasos apresurados y por la puerta aparición una Mary Margaret toda sofocada.
- Daniel, cariño…. ¿Cuántas veces te he dicho que no corras así cuando venimos a ver a tu hermana? Podrías hacerte daño… – dijo y se detuvo al ver a dos forasteros con Emma y Regina. – Oh… Lo siento…
- No pasa nada, Snow… - dijo Regina con una sonrisa aun con Daniel en sus brazos.
- Ella es Snow White…? – pregunto Castle con la boca abierta.

- Si, Castle…. – dijo Emma con un suspiro. – Ella es Snow White, mi madre… Y este monstruito de aquí…- dijo despeinando el pelo de Daniel que se enfurruño ante el gesto de la rubia. – Es mi pequeño hermano, Daniel Charming White.

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